Museo Juan Cabré

El Museo

El Museo Juan Cabré de Calaceite es un centro museístico dependiente del Gobierno de Aragón. Sus colecciones se distribuyen en tres grandes ejes: la figura de Juan Cabré, la sección de Arte Contemporáneo y la sección de Etnología.

Conoce el Museo

Nació como museo monográfico dedicado a la vida y obra del arqueólogo calaceitano Juan Cabré Aguiló (Calaceite 1882-Madrid 1947) y posteriormente se ha convertido en centro cultural de referencia en torno a la arqueología en general, las artes plásticas de época contemporánea y la etnología.

Su singularidad radica en la combinación de elementos tradicionales y modernos, estando sus colecciones integradas por fondos museográficos de muy diversa índole, que forman un conjunto de gran importancia como patrimonio cultural. Es por ello que el Museo Juan Cabré forma parte del Sistema de Museos de Aragón y de la Red de Museos de Aragón.

Los objetivos generales de los centros museísticos son la promoción y la conservación del patrimonio cultural cuya custodia se les ha encomendado. Los objetivos que persigue el Museo Juan Cabré estarían enfocados, por tanto, a establecerse como centro cultural de referencia, con el fin de hacer llegar este patrimonio de forma accesible y transparente a la sociedad en general, así como a las generaciones futuras, partiendo del principio de la universalidad de la cultura.

A través de la difusión de la vida y obra del insigne arqueólogo Juan Cabré, el museo conmemora su figura y carrera profesional, además de promover otros aspectos de la cultura.

Estos objetivos serán alcanzados a través de la adecuada gestión del patrimonio cultural que alberga el Museo, que se traduce en la conservación y la investigación de los fondos museográficos que forman la colección, la exhibición ordenada de los mismos y la organización periódica de exposiciones temporales y actividades didácticas y divulgativas.

Historia

Fue creado en 1987 por el Decreto 88/1987, de 17 de julio, de la Diputación General de Aragón, bajo la denominación de Museo Monográfico Joan Cabré. Su fundación se justifica por la donación al Gobierno de Aragón de la colección personal de Juan Cabré por parte de sus herederos.

El Museo, por tanto, fue concebido como una institución de carácter monográfico para la difusión del legado Cabré, una colección formada por importantes piezas arqueológicas, material documental, útiles de trabajo y biblioteca especializada. Se pretendía así recuperar y exponer el legado cultural del arqueólogo calaceitano, especialmente sus investigaciones sobre el arte rupestre y el mundo íbero en la provincia de Teruel y en la península ibérica en general. El Museo fue inaugurado el 18 de julio de 1987,  instalado en una casa solariega del siglo XVIII.

En origen acogió los fondos donados por la familia Cabré. Posteriormente el Museo fue remodelado en 1990 y se añadió la Sección de Etnología, formada por materiales depositados por vecinos de la localidad. A partir de 1991 se comenzaron a organizar exposiciones temporales de artes plásticas de época contemporánea, que se han mantenido de forma periódica, y gracias a las cuales se ha ido formando la Sección de Arte Contemporáneo.

En el año 1995 el Museo Monográfico Joan Cabré cambió su denominación por la de Museo Juan Cabré (Decreto 262/1995, de 22 de junio, de la Diputación General de Aragón), más acorde con sus colecciones y propósitos, así como con su realidad histórica.

Juan Cabré

Juan Cabré Aguiló (Calaceite, Teruel, 1882-Madrid, 1947)

Juan Cabré nació el día 2 de agosto de 1882 en Calaceite (Teruel). Pasó los primeros años de su infancia en su localidad natal hasta que comenzó sus estudios en el seminario de Tortosa (Tarragona) y, poco después, en Zaragoza, donde se especializó en dibujo y pintura. Probablemente fue allí donde conoció a coleccionistas de arqueología y anticuarios gracias a los cuales comenzó a interesarse por esta disciplina. Tras su estancia en Zaragoza, Cabré continuó sus estudios de pintura en la Academia de San Fernando de Madrid, becado por la Diputación Provincial de Teruel.

En 1902, con tan sólo veinte años, comienza su dilatada carrera como arqueólogo con el inicio de las excavaciones del poblado ibérico de San Antonio, situado a muy poca distancia de su casa natal en Calaceite. En esa época Cabré solía acudir a este lugar para practicar como pintor y paisajista y probablemente observó ya entonces los restos de un antiguo asentamiento.

Al año siguiente, en 1903, Cabré descubre en el cercano barranco de Calapatá, en Cretas (Teruel), las pinturas rupestres de unos ciervos naturalistas que resultarían ser las primeras manifestaciones de lo que hoy conocemos como arte rupestre levantino, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1998 bajo la denominación de Arte Rupestre del Arco Mediterráneo. Tras la publicación de estos hallazgos en 1907, Cabré entra en contacto con los principales arqueólogos europeos de su tiempo, como Henri Breuil, Hugo Obermaier o el Príncipe de Mónaco.

Entre 1905 y 1910, formó parte del grupo de eruditos e investigadores que editaron el Boletín de Historia y Geografía del Bajo Aragón dirigido por el también calaceitano Santiago Vidiella. Los artículos publicados en el boletín desvelaron al mundo científico el interés del antiguo asentamiento de San Antonio de Calaceite y dieron lugar a que, a partir de entonces, un buen número de curiosos e historiadores se acercasen para estudiarlo. En esos años Cabré dedicaría su actividad arqueológica al estudio y excavación de distintos yacimientos localizados en la zona del Matarraña, como la tumba singular con thymiaterion y coraza de Les Ferreres, los poblados de Les Umbries y Tossal Redó en Calaceite, Els Castellans y Mas de Madelenes en Cretas, el Roquizal del Rullo de Fabara, etc.

En 1907, con 25 años, Cabré fue nombrado correspondiente de la Real Academia de la Historia y, al año siguiente, designado redactor del Catálogo Monumental de la provincia de Teruel. Durante varios años el joven Cabré desarrollaría un meticuloso y concienzudo trabajo como fotógrafo y documentalista a lo largo de la provincia de Teruel que, a pesar de su indudable valor, todavía permanece inédito.

Simultáneamente a su interés por los yacimientos del Bajo Aragón histórico, Cabré se dedica al estudio del arte rupestre en la península ibérica, trabajando junto a ilustres personalidades como Breuil, Obermaier y Wernert, y llegando a publicar en 1915 una completa guía sobre el arte rupestre en España.

En esos mismos años inicia una estrecha colaboración científica y de amistad con el marqués de Cerralbo, a cuyo servicio trabajaría durante casi dos décadas realizando excavaciones arqueológicas en distintos yacimientos. Así, recorrería gran parte de la geografía española investigando especialmente sobre las culturas ibérica y celta, destacando sus estudios en los yacimientos de Las Cogotas, Castro de los Castillejos y Castro de la Mesa Miranda en Ávila.

En los años siguientes, Cabré, ya instalado definitivamente en Madrid bajo el patrocinio del marqués de Cerralbo, sigue dedicando parte de su intensa labor investigadora al estudio de distintos yacimientos arqueológicos de la península ibérica en general y de la provincia de Teruel en particular. En Teruel destacan sus labores en Els Secans de Mazaleón, Val del Charco del Agua Amarga de Alcañiz, los abrigos de Albarracín, el santuario de Peñalba de Villastar, el cabezo de Alcalá de Azaila, etc.

A partir de 1927 su hija Encarnación, primera mujer en España en dedicarse de manera profesional a la arqueología, se une a su equipo colaborando con su padre en las investigaciones y publicaciones.

A lo largo de su vida Juan Cabré formó parte activa e incluso llegó a dirigir alguno de los principales centros de investigación arqueológica españoles de su tiempo, como la Real Academia de la Historia; el Museo de Antropología, Etnografía y Prehistoria; el Museo del Marqués de Cerralbo; el Museo Arqueológico Nacional; el Instituto Diego Velázquez; y la Comisaría General de Excavaciones, entre otros.

Falleció en Madrid en 1947 dejando tras de sí una ingente labor de investigación que ha sido clave en la configuración de la arqueología española. Entre sus cualidades como investigador se han destacado su rigurosa y concienzuda toma de datos y la utilización del dibujo y la fotografía como método de registro arqueológico.

El edificio

La sede del Museo es una casa solariega del siglo XVIII ubicada en el casco antiguo de Calaceite que perteneció a una acaudalada familia de la localidad. El edificio fue construido como vivienda particular en 1790 y constituye un magnífico ejemplo de la arquitectura civil de su época.

Fue adquirido por el Gobierno de Aragón en 1985 y, para su adecuación como museo, se llevó a cabo un proceso de rehabilitación que respetó y conservó muchos de los elementos estructurales, funcionales y decorativos del antiguo caserón. Se trata de un edificio de planta cuadrangular y cinco pisos en altura: el semisótano -2 donde se ubicaba la cuadra; el semisótano -1 con el trujal de aceite; la planta baja y la planta 1 que se utilizaban como vivienda; y la planta 2 a modo de falsa.

La fábrica es de piedra, elaborada a base de grandes sillares o mampuestos, carpintería estructural y decorativa de madera y rejas de forja. Al interior piedra, tapial, suelos de cerámica, carpintería de madera y yeserías decorativas.

El edificio actual sigue la estructura espacial de la casa preexistente, con el hueco central de la escalera, en torno al cual se distribuyen las salas, comunicadas entre sí permitiendo la circulación entre las mismas.

La distribución actual del espacio obedece a los siguientes usos:

  • Planta segunda: biblioteca y salón de actos.
  • Planta primera: colección arqueológica de Juan Cabré.
  • Planta baja: recepción, servicios y salas dedicadas a la vida y obra de Juan Cabré.
  • Semi-sótano 1: salas de exposición temporal.
  • Semi-sótano 2: sección de etnología.

Galería de imágenes